Abajo va una nota que encontró Valentina Franco sobre chimeneas hidrotermales que puede ser un buen complemento para la segunda lectura
Chimeneas hidrotermales de la Ciudad Perdida:
Una noche de diciembre del año 2000, mientras el buque de investigación Atlantis surcaba el Atlántico remolcando una cámara a unos 700 metros de profundidad, la geóloga Debbie Kelley y sus colegas descubrieron una chimenea blanca como la nieve que parecía brillar de tan caliente. Al explorar desde un sumergible, el quipo halló un "bosque" de agujas, una de ellas de 60 metros de altura. Aquel lugar, que bautizaron con el nombre de Ciudad Perdida [Lost City], es un campo de chimeneas hidrotermales de un tipo totalmente nuevo, donde las bocas activas expulsan agua a temperaturas relativamente bajas, entre 40 y 75ºC, resultado de una reacción química etre el agua y una roca subcortical llamada peridotita. Cuando la solución alcalina emerge, precipita carbonato cálcico, que forma unas estructuras semejantes a las estalagmitas. Antes del hallazgo de la Ciudad Perdida, casi todas las chimeneas submarinas conocidas se encontraban en regiones de formación reciente y volcánicamente activas, como las dorsales mediooceánicas, donde el agua que mana de las chimeneas sulfurosas puede alcanzar temperaturas de hasta 405ºC. Pero las formaciones de la Ciudad Perdida se encuentran a 15 kilómetros de la dorsal medioatlántica, sobre un suelo oceánico de 1,5 millones de años de antigüedad, en un ambiente alcalino que podría ser similar al de la Tierra primigenia. (R.A.Lutz)
Una noche de diciembre del año 2000, mientras el buque de investigación Atlantis surcaba el Atlántico remolcando una cámara a unos 700 metros de profundidad, la geóloga Debbie Kelley y sus colegas descubrieron una chimenea blanca como la nieve que parecía brillar de tan caliente. Al explorar desde un sumergible, el quipo halló un "bosque" de agujas, una de ellas de 60 metros de altura. Aquel lugar, que bautizaron con el nombre de Ciudad Perdida [Lost City], es un campo de chimeneas hidrotermales de un tipo totalmente nuevo, donde las bocas activas expulsan agua a temperaturas relativamente bajas, entre 40 y 75ºC, resultado de una reacción química etre el agua y una roca subcortical llamada peridotita. Cuando la solución alcalina emerge, precipita carbonato cálcico, que forma unas estructuras semejantes a las estalagmitas. Antes del hallazgo de la Ciudad Perdida, casi todas las chimeneas submarinas conocidas se encontraban en regiones de formación reciente y volcánicamente activas, como las dorsales mediooceánicas, donde el agua que mana de las chimeneas sulfurosas puede alcanzar temperaturas de hasta 405ºC. Pero las formaciones de la Ciudad Perdida se encuentran a 15 kilómetros de la dorsal medioatlántica, sobre un suelo oceánico de 1,5 millones de años de antigüedad, en un ambiente alcalino que podría ser similar al de la Tierra primigenia. (R.A.Lutz)
En los años ochenta se logró sacar a la superficie sérpulas gigantes, provenientes de las proximidades de chimeneas volcánicas submarinas. Asimismo, se descubrieron nuevas especies de mejillones en las filtraciones de metano del fondo del Golfo de México, en el tejido de cuyas branquias fueron halladas bacterias simbióticas metabolizadoras de dicho gas. Con gran frecuencia se descubren nuevos animales, plantas y microbios submarinos, mientras que un creciente número de de estudios demuestra el valor potencial de los organismos marinos ya conocidos, muchos de los cuales producen sustancias imposibles de encontrar en tierra firme. Cada hallazgo ofrece la oportunidad de descubrir nuevos materiales y técnicas. Una mejor comprensión del modo como construyen sus cáscaras los crustáceos, por ejemplo, ha ayudado a los científicos a desarrollar finos recubrimientos cerámicos, de aplicación ya corriente en la fabricación de motores de automóvil e instrumental clínico. Esos descubrimientos tienen a veces importantes consecuencias: un compuesto extraído de una esponja del Pacífico ha permitido desarrollar más de 300 análogos (compuestos químicos similares), muchos de los cuales están siendo probados como agentes antiinflamatorios. (Eric S.Grace)
En la cadena alimenticia bentónica son importantes las bacterias de los sedimentos. Suelen encontrarse donde hay grandes cantidades de materia orgánica. El conjunto de todas las bacterias en un metro cuadrado en la capa superior del limo puede llegar a pesar varias décimas de gramo. Las bacterias sintetizan proteínas de los nutrientes disueltos y, a su vez, se transforman en fuente de proteínas, grasas y aceites para otros organismos.

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